De nada sirve cuando comienza el Año Nuevo todos esos buenos propósitos que nos hacemos. Realmente nos " disfrazamos" de ilusiones venideras nuestra propia realidad, pensando que pasando ligeramente por la mente las haremos.
Propósitos incumplidos año tras año:
voy a ir al gimnasio, y pasan los meses y no vas, o peor, vas y lo dejas.
voy a ponerme a dieta, eternas dietas, qué tal si aprendemos a comer bien?
he de levantarme antes, ya pero las sabanas se nos pegan.
el exceso de trabajo he de dosificarlo, pero entonces quien narices saca adelante las cosas.
