miércoles, 22 de agosto de 2012





Todos necesitamos llegar a esa calma. Hacía tiempo que no la veía, quizás había cosas que creía y ahora se han esfumado .

En su interior un cúmulo de acontecimientos que no dejaban vislumbrar el fin. Ahora entiendo...No, no lo soy...solo soy una persona con otras inquietudes, y no solo una, hay muchas más, solo que durante un tiempo mi atención estaba centrada donde no debía.


Y si, ha cambiado. Los vaivenes emocionales hacen que rompas en el desequilibrio y aunque haya un caos dentro de ti, siempre hay un orden dentro de ese caos.  Llegando a mi propio autocastigo, que palabra más fea, pero hasta el momento que uno no deja de castigarse, no puede ver y disfrutar de lo que hay alrededor....los demás lo notan y por mucho que hayan querido ayudar en el camino, hay muros infranqueables que solamente toca aquel que tiene la llave, yo.